Tal vez ya lo sabes y a su vez pensarás: es el amor. En verdad que lo es.

Y es por ese amor que te escribo, te llamo, te canto, te espero y hasta te adoro.

No llevo prisa en provocar que regreses a mí, ya que es una ley cósmica, todo regresa de donde provino. ¿Entiendes bien?, provienes de mí, y regresarás a mí. No hay remedio, no hay escapatoria, no hay nada mejor que hacer mientras recorres tus caminos por este vasto universo de universos, este tu hogar en el cual podrás vivir miles de experiencias, el universo es una gran casa, es nuestra casa de hecho. El universo te pertenece.

Este es un mundo con muchas influencias, lo moldean en su economía, política, religiones. Yo no soy una fuerza ajena, pero a mí no me importa influir al mundo entero, solo me interesas tú. No es ilógico, es algo natural, puesto que como estás lejos del centro de las cosas, que soy yo, tengo que tirar con esa invisible fuerza de gravedad para traerte de nuevo a mí.

Y te preguntarás cómo lo hago, pues simple, permito que el misterio se haga palpable para algunos y te lo cuenten, con sus historias de motivación, espiritualidad, ánimo, comedia y tenacidad; incluso, algunos de ustedes mueren un momento y regresan para contarte cómo es lo que hay al otro lado de la vida, y la sorpresa es que no hay muerte; benditos son cada uno de ustedes que se enseñan a sí mismos. El vagabundo es el perfecto maestro de la falta de dedicación y el poder del autodesprendimiento negativo. La barrendera es importante en enseñar la importancia de la limpieza y el orden, el chofer demuestra la paciencia de conducir a las personas hacia un fin mediante un medio, el granjero que con su trabajo alimenta a tantas bocas y que demuestra lo fructífero que puede ser el poder de una sola persona y así sucesivamente podría darte más ejemplos.

¿Notaste que no te mencione, políticos, doctores, astronautas, reyes? Ellos también son almas benditas, pero ellos reciben mucha atención y los demás necesitan ser reconocidos con la misma importancia que los otros. En realidad, un barrendero, debería ser tan importante en la mentalidad humana, tanto como lo es un rey, porque aunque lleva a cabo un trabajo distinto, su presencia y su labor son pieza relevante del todo que conforma el mundo.

Todos desde mi perspectiva son hermosos, a todos les amo con fervor. Y no, nunca me separo de ustedes, quien tenga oídos, que escuche, quien tenga corazón, que me sienta. Nunca me aparto de ustedes y donde están, ahí estoy yo esperando la oportunidad de colarme cada vez más y más hasta que con la poderosa gravedad de mi fervoroso amor, termino por traerlos de nuevo al hogar que existe más allá de la imaginación, el tiempo y el espacio.

Por eso, en una canción, en un consejo, en un verso, en un gracias, estoy insistiendo en permanecer a tu lado y recordarte quién es el que más te ama. Nadie más que yo, que soy como una madre y un padre a la vez, que no tengo sesgos de cómo presentarme o aceptarte, YO el eterno, YO tu espejo, Yo tu divina madre, YO tú amores, padre que vive en la eternidad.

Habrás de regresar al hogar, bendita es tu presencia en el mundo donde vives, bendícete por tu camino, ya que tú lo diseñaste, bendice al tonto, al pobre y al rico, al malo y al feo, son tan importantes como tú lo eres para mí. 

Y así es.